Los jueves eran eternos,
y las canciones que se hicieron para soñar
salían de tus manos...
salían de tus manos...
ya lo sé,
sigo escribiendo en un pretérito agonizante
que a paso lento pide que no me vaya.
sigo escribiendo en un pretérito agonizante
que a paso lento pide que no me vaya.
Sigue aquí,
en lo que alguna vez creaste
sin pedir permiso,
de lo que se llenaban las pupilas
para encender las ciudades,
en lo insólito que nos golpeaba una
y otra vez cuando llegábamos
al mismo lugar...
nuestro hogar.
Todo me sonaba a poesía muerta
hasta que empezabas a cantar,
todo era real mentira
todo era real mentira
hasta que me mirabas con ojos nostálgicos de arcángel ,
las horas se extendían como el blues
y mi cuerpo caía.
las horas se extendían como el blues
y mi cuerpo caía.
¿Dónde estaba la felicidad en aquellos días?
escondida en un baúl
escondida en un baúl
debajo de tus costillas...
sin embargo,
nos embelesábamos al son del tiempo
y sonreíamos...
nos embelesábamos al son del tiempo
y sonreíamos...
como el blues que se extendía.
photo: @josyanapc |
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