23 de Abril.
Volví a ver a mi Amada. La vi.
En la sonrisa de una viejesita que llegó hacia mí,
para recordarme que ella sigue aquí, conmigo.
Que me acompaña.
La viejesita trajo a mi la mirada brillante de mi Amada,
la viejesita trajo a mi, el olor de ella a quien le debo tanto.
La viejesita tomó mis manos y sin dudarlo supe que era ella.
Mi Amada.
No hay que esconderlo, la extraño.
Extraño ese amor escondido entre nosotras,
extraño sus nostalgias y sus risas.
Extraño su fé y su esperanza.
Ella sabe que la extraño tanto.
No voló hacia el viento sin despedirse de mi.
Sentí sus pasos.
Y hoy, nuevamente, la ví.
Mi Amada viaja de vez en cuando y me visita,
en el aire, en los pajarillos, en mi madre.
Y como hoy, en la viejesita.
La rosas no se las hecho al polvo,
pero los versos se los doy a ella,
a ella que sin cansancio, siempre le diré,
Mi Amada.
:( ABUELITA MIA
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