Marie.

Como la burbuja se desvanece en el aire, te perdiste entre mis huesos.
Te pienso, 
te encuentro.
Ya no te amo, 
te quiero porque el querer son verbos, quiero tu ausencia para pensarte, pensarte para escribirte, y escribirte para cantarte.

Me cuesta ahora mismo respirarte 
y observarte a través de mi,
encontrar una pizca de calma,
bella inspiración 
para mi alma.

Me parto entre tu recuerdo 
y el leve humo que ya no veo.

Solo una vez te tuve dentro 
recorriendo cada esquina de mi cuerpo, solo una vez descubrimos juntos el manantial del tiempo 
y lo tuvimos de esclavo.
Aun llevo en mi el sabor de tus labios, al oído, 
tus risas atormentadas en llanto y al corazón, 
el laberinto del olvido.
El otoño quemando mi garganta fuiste tú, la perfección mas imperfecta del nivel de mi oscuridad regalándome luces efímeras.

Tocando el cielo guardamos el mejor de los secretos y nos fundimos en aliento hasta terminar en el mejor de los sueños.

Me queda para siempre el olor de tu esencia milenaria, me queda para siempre tu lengua sobre mi cuerpo que se hizo mar, me queda para siempre la espera a tu voz 
y los instantes para evocarte 
hasta que regreses a mi
y me des mas de tu risa, del tiempo esclavo y del sabor de tus labios.

María, la guitarra y mi artista.

Que se callen los vientos
y se entonen las guitarras...
mi artista esta aquí.

He llegado a idolatrarte
como los reos a María,
que ya no importan las fechas,
de que si me fui o te fuiste
si tu alma se ha quedado en la mía
y en tu voz vivo perdida,
que ya no importan los horarios
en un reloj muerto
si cada día suspiro
embriagada en poesía,
mirando mis pupilas brillar
en el reflejo del charco que
provoqué al evocarte, joven.

Porque te arraigaste
en mis adentros y
echaste mis miedos
a la tierra,
porque de las guerras que perdì
me quedas tú...
y de las que gané,
nada.

Mi sonrisa desnuda,
mi cuerpo gris,
mis dedos sangrando,
tú.
 
Que suenen los vientos
y se subasten las guitarras...
mi artista se va.

Imagen tomada de la web.

De los adioses que nos dijimos.

Fueron muchas veces 

las despedidas 

que ya perdí la cuenta. 

¡Que locos!
Nos decíamos adiós
para inventarnos cada reencuentro,
nos decíamos adiós
por la pura manía de extrañarnos,
y lo mas loco es que sigues
despidiéndote aun cuando
ya no quedan excusas
para extrañarte
porque simplemente
te extraño sin más.

Todavía conservo
el último adiós que recibí
de ti que decía lo de siempre,
que ahora eres 

tu quien te vas...
y regresas sin avisar,
nuevamente a tocar la herida 

que me dejó el último adiós, 

a tocar mis pupilas 

con tus palabras

para provocarme llantos de confusión.

Y es que ya me he dicho que
para que ando sufriendo por ahí
si sé que no te irás,
que aunque te despidas mil veces
y te demores mucho
regresarás a romper los candados 

de aquella vieja caja que cerré
y conservo en lo mas
profundo de mi sótano,
que romperás las puertas 

de los patios de mi cabeza
y así te despedirás,
otra vez.

¡Que locos!
Y eso que me gustaban
tanto nuestras despedidas,
me gustaban tanto
los reencuentros y que ahora
me gusta esa sensación
de saberte cerca
por mas adioses
que nos echemos.

Imagen tomada de la web. 

¿Cuando dejaré de serte fiel una noche?

Una noche mas siéndote fiel entre las sombras, entre los sueños, entre mis letras. Recuerdo no haberte prometido nada pues soy mala cumpliendo promesas, recuerdo tan solo que me eché al viento cuando me fui, que sigo siendo igual pero ya sin ti y que eso no es lo mismo, que tu voz me persigue hasta en el olvido y que tus pasos se han juntado a los míos para seguir tantos caminos. 

Una noche mas siéndote fiel como un dulce sacrificio por los arrepentimientos inevitables que me dan cada vez que sé de ti, por las recaídas de esta alma perversa que no se aleja de tu recuerdo, por los insomnios provocados porque me da la gana pensarte hasta la madrugada, por mis huesos que surgen de tanto alimentarte para que sigas existiendo, en cada esquina, en cada rincón de esta loca perdida.  

Una noche mas siéndote fiel en el nudo de mi garganta, en el dolor de tanto por decirte, del saber que tal vez me sigues queriendo, que tal vez sigo contando contigo aunque sea un poco, que tal vez no pasarán mas lunas y llegas pronto a por nuestro mundo, a por todo lo perdido y que deseamos recuperar, que tal vez quieres arrancarte las tantas cruces de la espalda y que por fin serás libre para mí aunque a mi me falte.  

Una noche mas siéndote fiel en las ganas de no querer serlo, en las ganas de decir basta porque no logro ignorar lo que siento, porque cada lágrima seca te nombra y en los tantos amores que pasan quiero encontrar por lo menos una pizca de ti,  porque te amé con tus cicatrices y culpas y lo sigo haciendo porque no me canso de este amor enfermo. 

Una noche mas siéndote fiel en mis guerras por no dejarme morir queriendo comprender hasta donde llegaré con todo esto, hasta cuando me han de quedar las fuerzas para seguir gritando en silencio cuando los fantasmas me alcanzan, pensando que cuanto tiempo me tomará en darme cuenta que sigo siéndote fiel llevando un corazón que camina a paso lento, esperando permitirme despertar de esta utopía que no es real pero que fue nuestra y que tal vez lo sigue siendo. 

¿Cuando dejaré de serte fiel una noche?

BED

Trajo rosas,
trajo vino
y un decidido corazón.. 

y la noche estrellada 

que acobijaba a dos bohemios 

que se aman sin razón, 

dos almas atrapadas en una canción, 

profundas melodías, 

la voz de la pasión, 

cuerpos convertidos en placer 

de la libertad 
y el amor. 

Imagen tomada de la web. 

Back to black.

El suelo que recogía nuestros cuerpos, 
las camas que conquistamos
y las guerras perdidas nos hicieron 
tenernos sin tenernos, 
ganarnos perdiéndonos 
y recordarnos para seguir viviendo. 
                                          Josyana Pc.

El no dejó tiempo para arrepentirse,
mantuvo su miembro húmedo
con su misma vieja y segura apuesta.

Yo y mi cabeza en alto,
y mis lágrimas secas
sigo adelante sin mi chico.

Tu regresaste a lo que ya conocías
muy lejos de todo por lo que pasamos
y yo piso un terreno complicado,
mis probabilidades están en mi contra...
volveré a la oscuridad.

Nosotros solo nos dijimos adiós con palabras, 
he muerto cientos de veces,
tú vuelves a ella y yo vuelvo al "nosotros". 

Yo te amo demasiado pero eso no es suficiente,
tú amas exhalar y yo amo inhalar.

Y la vida es como una pipa
y yo soy como un pequeño centavo
rodando por sus paredes internas.

Nosotros solo nos dijimos adiós con palabras, 
he muerto cientos de veces,
tú vuelves a ella y yo vuelvo a la oscuridad. 

Libertad.

Cuando apareces estoy presente,
estoy consciente de la vida.
Si te vas, solo me recuesto
a ver la mariposa pasar.

Cuando apareces mis ojos brillan,
el viento cubre mi andar.
Si te vas mi alma llora,
se me van las alas, no siento el vibrar.

Cuando apareces, libertad,
todo es ensueño y me gusta mas.
Se va la tormenta, se va el penar,
la mariposa vuelve a volar.

Josyana Pc.

Pensamientos cobardes.

Llegas súbitamente,

sonriendo.

Me tocas la mejilla
y yo te observo,

quieres abrazarme,
te detienes,

y yo que soy peligro
solo quiero que seas feliz.

Me apago
y te dejo ser,
así desde que te conocí.

Nerviosa paloma,
¿en qué momento alzarás
el vuelo y me llevarás contigo?
quiero que te pierdas en mi,
en mis grises sueños
y les des soplos de aliento.

¿Tendrás un lugar para mi
en tu corazón?
aunque sea en el balcón frío
a la luz de tus pupilas yo me quedaría.

Es que tengo aires de masoquista

pero tu solo tienes miedos,
a ti solo te quedan silencios.

Quiero extinguirme en esos labios
carnosos que me place devorar,
enredarme en tus cabellos,
estremecerme en tu piel.

Eres mi metáfora preferida,
pequeño astro,
eres todo lo que tengo por decir
y que no diré.

Al fin tu mirada no puede esconder mas,
quiere decirme algo, 

pero... te vas, 

súbitamente, 

como llegaste
y yo me quedo sola,
con mis pensamientos cobardes,
sin palabras, 

sin nada de ti.

Imagen tomada de la web. 

Murria de mis pensamientos.

Hoy,
que quiero descansar,
siento que me levantas la vida a millares,
siento como escarbas con tus uñas la frágil sonrisa que me queda.

Hoy,
que quiero volar lejos,
me has atado las alas,
otra vez
como todos los días,
me has desarmado por completo y llevado desnuda contra tu pecho.

Hoy,
que quise entenderte,
me hundí en mis pensamientos como siempre,
me hundí en lo efímero....
pero si desapareces, apareces luego porque te gusta jugar conmigo.

Hoy,
que ya no quiero
aferrarme a ti,
me recuerdas que eres la vida por quien respiro,
me recuerdas que gracias a ti odio un presente
y esperanzada despierto
en un mañana.

Hoy,
no estoy mal del todo,
solo te recuerdo algo tonto, algo utópico,
mirando ebria al reloj esperando al tiempo a que se calme,
para ver si dejo de pensar en ti.

Todo menos confusión.

Llego,
está ahí,
pendiente,
no deja de observarme
y al verle sus pupilas no mienten.

Ella tiene algo que la ahoga,
la marea de su alma lo anuncia.

Mientras batalla en su puerto
están disponibles otros capitanes
quienes se mantienen despiertos
en el llamado de cada tiempo descubierto.

¿Disponibles a que?
tal vez se pregunte ella...
y yo medio tambaleando digo: No sé,
pero haría lo que fuera por verla salir de allí.

Le quiero bien
aunque me sienta que la llevo a la perdición,
aun así se desvanece por cada beso ilegal
que le llega hasta el corazón.

Sí,
porque le he enviado besos,
de esos clandestinos
que saben mejor,
sólo por verla sonreír...

Y es que ella es lo más puro que conozco,
no le culpo por haberme amado porque
tiene una manía extraña de
encantarle lo no convencional.

Me culpo por permitirle amarme,
yo soy su manía
y ella es mi vida,
aunque sienta que la pierda
en cada paso que doy.

Me aferro a su todo sin pensar en extraños,
teniendo presente que en el ayer la hice mía
y en el mañana sólo seremos nosotras,
sin temor a nada.

Me aferro a su todo sin pensar en mí;
yo que tontamente soy su tropiezo,
pero nos amamos
y eso es lo que cuenta,
digo yo.

Soy su debilidad
y ella mi error,
error que no dudaría
en cometer una
y otra vez si me separan de su lado.

Acá no hay egoísmos
ni doble máscara,
somos un par de desquiciadas
en busca de lo real.

Veo a mis padres
y reemplazo personajes,
al principio se me daba tonto
hasta que me dijo,
en el lado derecho de su colchón,
que era su vida.

Yo la abracé fuertemente
y le dije: no sólo eres mi amor,
sino el alma mía.

Ella es tantas cosas
y no pararía de escribir,
si de ella se trata,
aunque estemos lejanas será mi inspiración
y si estamos cerca,
será todo,
menos mi confusión.

Colaboración de: 

SIN RESTRICCIÓN ALGUNA
Pamela Bastidas.

Era perfecto su amor.

Era perfecto su amor,
desvaneciendose sobre mi,
enterrando el polvo
de sus huesos en mis venas.

Era perfecta su voz,
traspasando mi esquema,
lluvia y fuego a la vez
seduciendome.

Era perfecto,
viejo soñador,
buen amante y
compañero hasta el final,
en las alas de una mariposa.

Era perfecta su mirada,
con mil lunas en las pupilas
reflejandome los sueños
que me inventaba.

Eran perfectas las mañanas
que traia consigo,
la rabia que se quedaba
en las sábanas de una usada cama.

Era perfecto su corazón,
latidos espirales de canciones
férreas como olas de un mar
cuando está reacio.

Eran perfectas las calles
que sigo recorriendo y
que ahora le faltan sus pasos,
sus cicatrices,
sus cantos.
 
Era tan perfecto,
que ahora solo recuerdo
entre llantos
y sonrisas nuestra
realidad compartida.

Era perfecto su amor...

Todo era perfecto.
¿y ahora que queda? 
si al marcharme le dejé la perfección 
y volví a ser yo.

Imagen tomada de la web.

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Idas sin vueltas.

Karen Souza me recuerda aquellos tiempos

en los que solía recostarme

sobre una cama y perderme. 

Aquellos tiempos en que llenabas 

de luz mis sombras 

con tu inmenso y claro aparecer. 

Los ojos penetrantes de tu fuerte presencia,

tus manos mojadas sobre mi piel. 

Los tiempos de idas sin vueltas, 

caminos de caminos con piedras,

los tiempos de pies almidón. 

Sonaban aquellos tiempos a cuerdas y voces.

Y olían a fragante aroma de licor añejo las esquinas. 

Embriagados tiempos de amor y nostalgias, 

embriagados tiempos de los dos.

Karen Souza me recuerda a aquellos tiempos 

en los que solía perderme en ti.

Aquellos tiempos que no eran tiempos,

botellas trizadas en el suelo

y la duda de una canción. 

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Concordancia

Fernando Pessoa:
¿Quién escribirá la historia de lo que podría haber sido?...

Lo que realmente quise ser,
lo que realmente dibujaría la felicidad
en mi corazón y en mi rostro.
Lo que tanto el alma saltarina
de mi torpe ser deseaba
y que tantas veces reprimió hasta sentir
que esos sueños querían suicidarse.
Es que sería feliz tan solo caminando
por las playas del mundo,
por cada barrio donde el sonido de un tambor
o el chasquido de par piedras despierten mi alegría.
Viviendo del calor de la gente,
aprendiendo del mundo bueno y del mundo malo
y sentir en mis pies la vida,
con el ardor de la arena al amarme.
Tan solo navegar por una realidad perdida
a la que los cuerdos llaman utopía,
ignorando que la locura es lo mas cuerdo que tiene la vida
y que solo los locos podemos amar miles de veces
sin importarnos el dolor,
dolor marcado por críticas de aquel ser humano
que ignora la belleza hecha arte.
¿Arte? cuando exclaman  los ciegos de espíritu.
Cada partícula con la que nací,
que me llevaron al conocimiento súbito de la plenitud.
La que perdí, la que quiero reconstruir...

 Colaboración de: 

Gabo Torres.