domingo, 15 de mayo de 2016

Historias de lobos...

Querido amigo mío, 
gracias por tan grande historia. 


Esta es la historia que te iba a contar hace días: 


Había un pelado en la Universidad, ya sabes, típico marginal, de pocos amigos, con su mundo y sus infinitos demonios, en realidad, terribles demonios. Por esos tiempos de la Universidad empiezas a definir cosas como filosofías de vida, ideales de futuros, soy esto o no lo soy, quiero y que, me falta, etc.. Este pelado con todo esto que se cargaba, se creyó lobo solitario. Le cogió un amor a ser aquel joven que emanaba tanto misterio a los demás, eso de que nadie sepa de donde venía ni a donde iba, esa mirada... porque así son esos años y si en esa época descubres ese tipo de soledad, la amas. Temes perderla. Y ojo, que se creía un lobo solitario. 

En esos mismos tiempos, este pelado conoció a alguien. Fue un poco como una revolución en su cabeza, se vió poco a poco sujeto a esta chica que le daba perspectivas distintas de la vida, que le volteaba los pensamientos y lo arrojaba a querer. Al cabo de un tiempo no muy largo, ¡se asustó! 

Empezó el absurdo sobre: "Si, quiero estar solo" o "No me quieras demasiado",  "No soy quien para eso" "No sabemos si esto durará" "No quiero que mi inestabilidad te lastime", decía el pelado, y todas esas cosas que quizás tú también escuchaste en algún determinado tiempo de tu vida, si te has encontrado con un lobo. Pero, (lo digo así) lo bueno es que esta chica, mas clara en su objetivo, en aquello que quería, no desistió. 

Lo citó, luego de unos días de haber escuchado los absurdos del pelado. Algo así como una plática para conversar, no había presión, nada malo podría pasar. Le entregó una carta y un CD, eso fue todo y se despidieron. 

El pelado leyó la carta y no pudo evitar que sus ojos se ahogaran. Luego escuchó el CD y pues, pensó, pensó, pensó, pensó...
Un detalle del disco que escuchó: Antes de que esto ocurriera, un día paseaban, a lo lejos se escuchó una canción. No duró mucho ya que se alejaban con prontitud del lugar, el solo tarareó. Ella no sabía que era eso. Pero en el disco, estaba la canción, y ella le habló sobre lo feliz que él se ponía con la música y recordaba particularmente esa canción...

y supo que no quería volver a abandonar a aquella chica.  Que si la vida los separaría, no sería a causa de él. 

Esto es algo corto porque no quiero desequilibrarte pero por favor, no digas que el pelado, aquel lobo solitario, era yo...






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