¿Quién escribirá la historia de lo que podría haber sido?...
Lo que realmente quise ser,
lo que realmente dibujaría la felicidad
en mi corazón y en mi rostro.
Lo que tanto el alma saltarina
de mi torpe ser deseaba
y que tantas veces reprimió hasta sentir
que esos sueños querían suicidarse.
Es que sería feliz tan solo caminando
por las playas del mundo,
por cada barrio donde el sonido de un tambor
o el chasquido de par piedras despierten mi alegría.
Viviendo del calor de la gente,
aprendiendo del mundo bueno y del mundo malo
y sentir en mis pies la vida,
con el ardor de la arena al amarme.
Tan solo navegar por una realidad perdida
a la que los cuerdos llaman utopía,
ignorando que la locura es lo mas cuerdo que tiene la vida
y que solo los locos podemos amar miles de veces
sin importarnos el dolor,
dolor marcado por críticas de aquel ser humano
que ignora la belleza hecha arte.
¿Arte? cuando exclaman los ciegos de espíritu.
Cada partícula con la que nací,
que me llevaron al conocimiento súbito de la plenitud.
La que perdí, la que quiero reconstruir...
Colaboración de:
Gabo Torres. |
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