miércoles, 30 de diciembre de 2015

María, la guitarra y mi artista.

Que se callen los vientos
y se entonen las guitarras...
mi artista esta aquí.

He llegado a idolatrarte
como los reos a María,
que ya no importan las fechas,
de que si me fui o te fuiste
si tu alma se ha quedado en la mía
y en tu voz vivo perdida,
que ya no importan los horarios
en un reloj muerto
si cada día suspiro
embriagada en poesía,
mirando mis pupilas brillar
en el reflejo del charco que
provoqué al evocarte, joven.

Porque te arraigaste
en mis adentros y
echaste mis miedos
a la tierra,
porque de las guerras que perdì
me quedas tú...
y de las que gané,
nada.

Mi sonrisa desnuda,
mi cuerpo gris,
mis dedos sangrando,
tú.
 
Que suenen los vientos
y se subasten las guitarras...
mi artista se va.


Imagen tomada de la web.


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