lunes, 24 de abril de 2017

Noche X

 

"Espero que cada sonrisa que hoy puse en mis labios lleguen hasta tu cama y sean dulce almohada para tus sueños." 

12 de Mayo 

Como seguir la historia en un solo hilo, si se ha desbaratado en alegría. Tan raro y maravilloso como la noche estrellada de Van Gogh, miraba desde las rejillas de mi sanatorio un brillo nostálgico en sus ojos que traspasaba mis huesos y la sonrisa que tanto me curaba. Su imagen irónica; su existencia inexplicable. Enfermé de amor y me quedé huérfana entre una habitación blanca con mis ojos perdidos. Llena de locura recordando el poema "Señor Cucú" cuando se lo enviaba para que me dijera que lo había logrado, asi anduve aquel día: muerta y viva, alucinada perdida... sonriendo. Qué más podría pasar? Esperanza no me llames que en mi lecho he decidido envejecer como una  amapola en manos de un criminal. Una esperanza inútil, una viuda virgen, tarareo señor cucú otra vez y me eché a dormir en la realidad.

lunes, 10 de abril de 2017

Noche IX


Una carta 
11 de Mayo

Retorné internamente a mi adolescencia: como quien se ilusiona por primera vez y cree que es amor para luego experimentar el dolor de la lejanía al no tenerle: Un dolor dulce e inocente, un dolor pausado y ardiente. Pero, esto no era solo ilusión: mantenía yo la ilusión de que aquel amor siguiera el rumbo escogido del principio, pero, en realidad estába sintiendo en el nivel más alto que se pueda llegar a sentir por alguien, a tal punto de no saberte más, de no ser más. (Como un sarcófago vacío) al perderle. Le escribí una carta sencilla, le escribí la carta y me la guardé en el bolsillo. Me quedé con las ganas de hacer todo lo que le escribí, me quedé con las ganas de entregarsela. 
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"Aún tengo las ganas de leerte aquel libro mientras tú, recostado sobre el césped admiras la noche; mi voz, y escuchas plácidamente lo que las letras descubren en tí. Aún tengo las ganas de ir y tocar tu rostro, y tú mientras cierras los ojos me dices que sientes amor. Tan simple como las pequeñas cosas de la vida. Aún tengo las ganas del cine y el café, de tu mano con la mía y unos pies en el paraíso de cualquier calle. Aún tengo las ganas de seguir luchando aunque ignores el mínimo esfuerzo que hago, aunque eso me mate lentamente. Entonces digo: Es que me gusta morir… en tus besos, en tu ojos, en tus manos. Morir en tu memoria y allí quedarme sepultada. Morir en tu corazón y cumplir con mi palabra: Suya eternamente. Y que la eternidad sea mientras me quieras, mientras la magia que sostengo en mis ojos sigan ayudando a levantarte. Mientras mi mano ensangrentada siga sostiendo la tuya que se afloja los dedos de a poco. Aún tengo las ganas, mientras vivas en mí y hasta que muera en tí". 

jueves, 6 de abril de 2017

Noche VIII


Moriré: una, dos, tres, 
mil veces mientras existas;
mientras notes que de mí solo quedas tú. 

10 de Mayo

Todo era tan paradógico. ¿Acaso trataba de enseñarme algo? (como las veces que me pedía ser fuerte porque el no podría estar en cualquier momento y yo le decía que no iba a morir suponiendo que de eso se trataba sin darme cuenta que sigilosamente estaba preparándome para su partida) 

Acaso, por así decirlo, quería sanarme de la enfermedad dividida que nos afectaba a ambos? Todo o nada podría ser y nadie sabía lo que podría pasar. A pesar de la indeferencia, del rechazo y sus inesperadas señales, me empecinaba en buscarle y en solo hacerle saber que le extrañaba, que le necesitaba, que le amaba. (se es muy egoísta en situaciones como estas, cuando te aferras solo a tu dolor y no alzas tu mirada para ser empático) Cargaba a sueltas mis promesas y el seguía taciturno. 

Me parecía a aquel náufrago que se daba a la muerte luego de tantos días de tribulación, pero que de alguna manera extraña renacía de el mismo un tipo de luz (esperanza) y amanecía vivo al siguiente día en su bote, solo y abatido con el sol burlándose de su cuerpo y la mar de su sed. No lo entendía.  Es que hasta esa noche no comprendía que el renacimiento venía al abrir los ojos del amor y no del dolor. Y que tenía que empezar por mí.