domingo, 25 de septiembre de 2016

A modo de expresión inocente...

En la madrugada la lluvia caía de los ojos 
y los charcos se convertían en pies, 
y se vino la mañana, 
una más con sus uñas en las tripas 
tratando de desvanecer el ruido. 
Debajo de la cama un sueño morado, 
áspero, 
que se parecía a las nubes sin sol. 
Se lo tragó 
y salió de la cama. 
Y anduvo la mañana hasta que se hizo noche 
y se devolvió en memorias gigantes que apretaban, 
y susurrando, 
y suspirando, 
desapareció. 

domingo, 18 de septiembre de 2016

Pensamientos ilusorios

La noche y su silencio inquietante, el tic tac en el reloj de la pared, muevo mis ojos de un lado al otro para sentirlos vivos y apunto cosas en todos lados.

Ahora pienso:
Sobran tornillos y faltan venas, sobra polvo y falta sensibilidad. Debería dejar de pensar tanto y de cuestionar, debería. Pero no soy moralista para guardarme los pensamientos y solo hablar bonito para que no me tachen de vulgar. No SOY de máscaras. Miro a través de la ventana como el cielo pasa de azul a naranja y a violeta y luego a negro, y como pasan los rostros y recuerdo que me sigo doliendo de la mar de esos ojos soñadores que perdieron  un amor, como yo he perdido varios. Como perdí uno hace 138 versos. Y de las carreteras que he caminado en compañía de esta soledad que es amiga en estos tiempos y que eso de pertenecer queda muy amplio cuando ni la sombra que cargas es tuya. 

¿Cómo es eso de esconderte de ti mismo para que los demás te vean como parte del círculo? ¿Para qué? ¿ Por qué? Si cuando estás dentro eres reinventado y te aíslas con la nada. Cerebros con pajas morales, el insomnio perdido, los placeres reprimidos, salud en hilos y ratas en mesas grandes, bocas sin besos, lenguas amargas, ojos entreabiertos, maquinas andantes y manos con sangre. El sistema. 

Y saber que esta alma vieja es una niña que compone música... escribiendo, que convierte lágrimas en autorretratos, que ya no huye a otro lugar que no sea ella misma, si acaso se le puede atribuir la palabra huir. Cuéntaselo a un doctor y se quedará anonadado. Cuéntaselo al viento y este te creerá, que todavía existen corazones fuertes, almas necias, miserables que escribimos ilusiones verdaderas, que no gustan pero liberan. 

domingo, 11 de septiembre de 2016

Noche XXVII

Me dan gracia tus tentativas,
esa forma inconsciente
y un tanto cierta de aislar nuestras partes
para reformar algo
ya hecho desde antes de ser concebido.

Puedo solo odiarte por ratos
y luego terminar en mis latidos gastados,
y solo así comprender que cada quien
inventa su propio deceso,
que solo quien ha amado hasta morir
conoce la verdadera libertad,
por lo tanto,
reconozco que ames
esa sencilla parte de la vida:
ser libre.

Yo,
por mi parte,
no he conocido algo más insuperable
que liberarse
y cautivarse como jugando a ser fuerte,
y amar eso. 


Se va con sus lunares...

Se va con sus lunares la piedra sola
y deja los gritos en la cama de su amado,
se va... atravesando pantanos,
revolviéndose las tripas sangrientas de hambre.

¿Hasta cuándo cantas en silencio?
¿Hasta cuándo, callada en el mar de tus ojos?

Se va romántica la piedra sola,
se va triste en el velo del alba...
la puta sensible que en sus delirios canta.

¿Hasta cuándo piedra, tus lunares?
¿Hasta cuándo en el mar de tus ojos?

Sus senos fríos
y su cara que espanta...
se van. 

Se va con su mente sombría, la piedra sola
y entona cantos en silencio 
sobre el mar de sus ojos,
se va en sus rumbos perdidos donde suele encontrarse,
se va con sus lunares
y nadie sabe hasta cuando.