viernes, 27 de mayo de 2016

Noche XX

Con un puñado de dagas en mi pecho
me mantengo en pie diciendo:
No he soltado tu mano,
que mis ojos son las ventanas de tu casa
y que ahora todo se ve gris al abrirlas,
que mi presencia es el mismo reflejo
de tu sensibilidad humana.

Con mis comisuras escondidas en el laberinto de la huida
y con mi corazón medio roto,
medio tonto pienso:
Ignorar la  felicidad contribuye
a que a uno prefiera retirarse,
y de pronto verse junto al dolor
y ya no sostenerse.

Pues tuve unas manos que limpiaban mi rostro
y me obsequiaban vino para descansar,
tuve una sonrisa que me explicaba
que no hay lugar para los miedos,
tuve unos ojos,
dos miradas...

Tengo espirales,
ya no tengo vueltas,
tengo solo la tinta...
sangre,
lágrimas secas
y sonrisas desprevenidas,
ya no tengo mi mano,
¿recuerdas?
tengo la marca de la vida
que me quita vida.

y es que ahora te tengo
y no te tengo.







domingo, 22 de mayo de 2016

Mi neuma, mujer.

Quiero ser otra, 

otra mujer de mi misma. 


Quiero que salga 

y que me toque cual agua salada a la orilla del mar, 

la quiero amar... 

y que me ame, 

con roces en mi piel,

de sus dedos 

y alborotos de luciérnagas en mi cabello, 

le quiero susurrar 

y que me calle con sus labios hasta sonreír.


¿Ves aquel lunar? 

la otra mujer de mi misma tiene la otra mitad. 


De mi cuerpo haz tus camas 

y de mi lengua tu alimento, 

del corazón los llantos son los que te presto, 

déjalos en mis pies 

y luego quémalos... 

haciéndome el amor. 


Mi neuma, 

mujer. 


Yo. ♡



domingo, 15 de mayo de 2016

Historias de lobos...

Querido amigo mío, 
gracias por tan grande historia. 


Esta es la historia que te iba a contar hace días: 


Había un pelado en la Universidad, ya sabes, típico marginal, de pocos amigos, con su mundo y sus infinitos demonios, en realidad, terribles demonios. Por esos tiempos de la Universidad empiezas a definir cosas como filosofías de vida, ideales de futuros, soy esto o no lo soy, quiero y que, me falta, etc.. Este pelado con todo esto que se cargaba, se creyó lobo solitario. Le cogió un amor a ser aquel joven que emanaba tanto misterio a los demás, eso de que nadie sepa de donde venía ni a donde iba, esa mirada... porque así son esos años y si en esa época descubres ese tipo de soledad, la amas. Temes perderla. Y ojo, que se creía un lobo solitario. 

En esos mismos tiempos, este pelado conoció a alguien. Fue un poco como una revolución en su cabeza, se vió poco a poco sujeto a esta chica que le daba perspectivas distintas de la vida, que le volteaba los pensamientos y lo arrojaba a querer. Al cabo de un tiempo no muy largo, ¡se asustó! 

Empezó el absurdo sobre: "Si, quiero estar solo" o "No me quieras demasiado",  "No soy quien para eso" "No sabemos si esto durará" "No quiero que mi inestabilidad te lastime", decía el pelado, y todas esas cosas que quizás tú también escuchaste en algún determinado tiempo de tu vida, si te has encontrado con un lobo. Pero, (lo digo así) lo bueno es que esta chica, mas clara en su objetivo, en aquello que quería, no desistió. 

Lo citó, luego de unos días de haber escuchado los absurdos del pelado. Algo así como una plática para conversar, no había presión, nada malo podría pasar. Le entregó una carta y un CD, eso fue todo y se despidieron. 

El pelado leyó la carta y no pudo evitar que sus ojos se ahogaran. Luego escuchó el CD y pues, pensó, pensó, pensó, pensó...
Un detalle del disco que escuchó: Antes de que esto ocurriera, un día paseaban, a lo lejos se escuchó una canción. No duró mucho ya que se alejaban con prontitud del lugar, el solo tarareó. Ella no sabía que era eso. Pero en el disco, estaba la canción, y ella le habló sobre lo feliz que él se ponía con la música y recordaba particularmente esa canción...

y supo que no quería volver a abandonar a aquella chica.  Que si la vida los separaría, no sería a causa de él. 

Esto es algo corto porque no quiero desequilibrarte pero por favor, no digas que el pelado, aquel lobo solitario, era yo...






sábado, 14 de mayo de 2016

Noche IX

"Hada masoquista"

Aún tengo las ganas de leerte aquel libro 
mientras tú recostado sobre el césped 
admiras la noche,
mi voz,
y escuchas plácidamente
lo que las letras descubren en tí.

Aún tengo las ganas de ir
y tocar tu rostro,
y tú mientras cierras los ojos 
me dices que sientes amor,
tan simple como las pequeñas
cosas de la vida.

Aún tengo las ganas del cine
y el café,
de tu mano con la mía
y unos pies en el paraíso de cualquier calle.

Aún tengo las ganas de seguir luchando 
aunque ignores el mínimo esfuerzo que hago,
aunque eso me mate lentamente. 

Entonces digo:
es que me gusta morir…
en tus besos,
en tu ojos,
en tus manos.

Morir en tu memoria
y allí quedarme sepultada,
morir en tu corazón
y cumplir con mi palabra:
Suya eternamente.

Y que la eternidad sea mientras me quieras,
mientras la magia que sostengo en mis ojos 
siga ayudando a levantarte, 
mientras mi mano ensangrentada 
siga sosteniendo la tuya que se afloja los dedos de a poco.

Aún tengo las ganas,
mientras vivas en mí
y hasta que muera en tí.


Imagen tomada de la web.

lunes, 2 de mayo de 2016

Desnuda en tus manos

He aceptado cada detalle de mi ser,
me he visto en el espejo
y he dicho: sé lo que soy
y me gusta o...
no quiero esto en mi.

Lo que más se me complicó admitir
es el romanticismo con el que nací,
esa sensibilidad a la vida
y a la muerte
como aquella flor de delicados pétalos que flota en el agua,
que no es que sea fría
sino que esa parte no se la doy a cualquiera
porque es desnudarme el alma.

Aquí viene lo bueno de todo.

Sabrás que me tienes desnuda en tus manos,
danzando al ritmo de tu corazón
que es música que encanta,
que me sonrojo cada vez que te escribo versos
como cuando pequeña por un halago de mi madre,
que me tiembla la voz para decirte que te amo
porque el sentimiento es fuerte
y que te abrazo para mantener el peso
de lo que se llama amar...
amarte.

Sabrás que el brillo de tus ojos
son la magia que me sostiene
y que tu sonrisa,
la tengo guardada en mi corazón
para los días tristes cuando no concilio el sueño.

Si...
desnuda,
como cuando me robaste un beso
aquella noche,
cuando te conté mis conflictos debajo del árbol
y te decía: La luna,
cuando retenía mi mirada con la tuya
un par de segundos.

Me tienes desnuda en tus manos
danzando al ritmo de tu corazón
que es música que encanta...

y no quiero volver a vestirme.

Por el amor de amar...





El poema que no ganó...

El día viernes 22 de Abril, se realizó el I concurso de Literatura, por conmemorarse el día mundial del libro, en la UNEMI (Universidad Estatal de Milagro) en el cual yo participé en la categoría Poesía =) ||wiiii|| 
A continuación les presento mi obra maestra,=D la cual no ganó pero que recibió sus respectivas felicitaciones y su certificado por tanto esfuerzo. En realidad me siento muy bien y estoy satisfecha por mí, porque en la vida hay que arriesgarse... :)
Muchas gracias a quienes me apoyaron y me ayudaron en todo sentido: Marina, El profe David, Moi Moi y a "El Club" maravilloso al que pertenezco, por sus mensajes de aliento y por creer en mí. 
y como dicen por ahí: Vamo por más. 

"Así te dedico mis memorias."

La decisión se tomó desde el primer segundo
cuando tus señales me adornaron
y decidí entregarte esta vida de caminos raros
que tan solo querían huellas,
cuando lienzos de seda querían ser liberados de esta
desvaída carne para ser tiznados
fueron tus pisadas que me llevaron a confesarte
las guerras que habitaban en mi alma
corrompida de artífice incauta.

Sobre el gigante suelo se recostaron tus fantasmas
en aquella habitación azul que era nuestra morada
agudizando sentidos para contraerme,
para devorarme como mariposa frágil
que surca sobre lagos de sangre declinando
y desnudar la soledad que ahondaba mis llagas
sin argumento que pudiera salvarme del frío,
entonces le dije al viento: olvida eso,
que en ti me voy porque en la tumba de mis ruinas
permanecerá el amor,
con voz frágil arañando el pavimento que
queda de mi parda vida
tornando pálidas las rosas de aquellas quimeras
que engendraron mis locos pensamientos.

Mi piel está en tus manos le dije al deceso,
coqueteando como la ola a su roca que viene y va
aun sabiendo que en segundos se desbarata,
¡Lo golpearé! grita…
el color de mi cabello que se riega por mi rostro,
¡Espera! son recuerdos que con recelo me bañan,
son pizcas del sudor de los fracasos ganados,
son cosquilleos de la lluvia de mis ojos,
Oh, no! Me estoy equivocando. 
Eres tu que vienes y vas.

El tétrico vagón vendrá a buscarme
cuando las manecillas del reloj se paralicen en mi mirada,
monstruos de alas pequeñas traerán cintas blancas
y las posarán sobre mi bujeta,
la inestabilidad de tus demonios cerrará mi boca
que apenas expulsa sus últimos suspiros,
quedará el reflejo de este cuerpo desvaneciéndose
entre lagrimales habitando en una galería rancia,
¡Se observa triste! dirá el tumulto,
como si no se pudiera ser bello en las cenizas,
entonces  te cantaré sonetos con agobio,
resurgiré de ellos un instante
los pretéritos de lunas en la estación
cuando me pediste el universo
entero de mis ojos y te lo dí,
como quien da la vida derramando sangre
sobre la herida para cicatrizarla,
luego te robaré la culpa para tatuarla en mi pecho,
te robaré las aguas del silencio
y me llevaré tu existencia encima como quien
muere para renacer,
tocaras mis dedos adormecidos con tus labios sangrando
y renaceré de la oscura tierra en la que me eché sola,
encontraré el alivio al final de cada sonrisa tuya
que me quitaron las balas,
y el pedazo de alma de esta artífice incauta volverá a ti. 

Nostalgia.

Cuando no teníamos edad, 
inventábamos bares. 

Las camas, 
las esquinas, 
siempre un espacio con buena música
y las charlas de como la felicidad 
le ponía el pie en el cuello a la amargura. 

Ahora que se cuentan hasta los segundos 

de nuestras nefastas vidas, 

solo bebemos el silencio 
de una memoria exquisita
y atrozmente nos embriagamos...
sollozamos, 
apretamos dientes 
y ensangrentamos el suelo.