Mis lobos han huído para no tener que mirar
en lo que me he convertido,
para poder aullar en alguna montaña sin que los vea llorar.
He dejado mis alas en la cama
y he empezado a caminar,
no es divertido porque estoy frágil...
mis pisadas dejan huellas sangrientas en el suelo.
Siento vergüenza de la vestidura que me cubre
y de esta flecha que atraviesa mi cabeza...
si, ahí donde se refugian mis demonios
que ahora se atormentan.
He dejado mis alas en la cama,
algo rotas,
algo frías...
el retrato impuro me refleja los ojos
que se han marchitado esta noche,
he buscado la oscuridad donde duermen los
monstruos de historias inocentes
y me he recostado junto a ellos.
Hoy...
una vez mas he dejado mis alas en la cama
para tratar de despojarme de miedos
muertos que no son míos...
pero pesan.
Imagen tomada de la web. |
"Tres lágrimas"
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