domingo, 18 de junio de 2017

Noche XII


"...porque la luna me sonríe, a mitades, a medios tonos, a lágrimas" 
14 de Mayo

En esos tiempos las calles se cubrían de destellos y yo le invitaba a asomarse a la ventana para que apreciara  la luna y sentir que sonreía (Y a mi que me encantaba verle sonreir que no me importaba entregarle la mía de a poco, sin que se de cuenta que me quedaba sin ella solo por contemplar sus labios resurgir) Le enseñé a amarla y a sentirla cada vez que aparecía. Si, tantas lunas entregadas de alma, puntuales, sin recelos, sin egoísmo, para que la última termine ahogandose en miedo.

Hasta ahora esa luna duele, como quien llora por quien ama y desconoce si es en vano que lo hace porque sigue siendo un enigma ante su suerte, porque hay tantas respuestas y me niego a escoger. Porque veo mi rostro caído y recuerdo el descaro de un ángel fugitivo, y esa sensación nauseabunda que se siente cuando te echas en cuenta que todo ha ido mal. 

Camino calles sin rumbo viendo a la luna que se esconde de mi vergüenza, y yo sonrío nerviosa porque me dice que ya no es la misma, y luego pienso: los pasados se han ido y ha quedado un presente infinito de precariedad, porque la canción feliz se quedó a la mitad por falta de un día y se crearon medios tonos para perpetuar su imagen, la misma imagen de cada sueño, sobre el césped diciendose que no vale para amar, y entonces, el renacimiento sigue dormido por ambas partes. 

Siguen siendo las noches mi mejor arma para vencerme, sigue siendo esa luna que me abofetea sin retracto y me hace pensar que todo tiene sentido si apuntas correctamente...porque esa luna me sonríe a mitades, a medios tonos, a lágrimas y me siento desnuda, inmutada, niña asustada y devuelvo a una  malena perdida a una batalla que nadie quiere ganar.

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