viernes, 28 de agosto de 2015

"OJALA NUNCA"

Navegando por el no tan abandonado ayer, tropecé con un cortometraje que conmovió mi existencia. Evoco aquel día en que se dejó probar. Mas que eso, me probó a mi. Día y noche lo observé, lo escuché que hasta ya me lo sé de memoria. Cortometraje con el que se compenetraron muchas historias. La mía, yo hablo por mí. Un ojalá dudoso, un ojalá que aun no termino de comprender. Un ojalá, que se quedó en el ayer. 

Es un agrado para mí, compartirlo con ustedes. Espero lo disfruten. 

OJALÁ NUNCA. 

"Ojalá nunca, porque olíamos a soledad 
y nos perfumábamos  de nuestra mutua presencia.
No supimos hacerlo." 


Ojalá no te hubiera conocido nunca, ni hubiera ni hubiese. 
Sacrificaría todos los buenos momentos. 
Las noches al relente, las madrugadas de risa, las borracheras consentidas. 
La vida que nos dejaba pasar.  Pasarnos de todo. 
Ponernos hasta los dientes de ganas. 

Ojalá no te hubiera conocido nunca.  
cambio perdería todos los buenos momentos. 
Tus puntos de humor, mis llantos, los abrazos.
Las ganas de vernos; las que ahora tenemos,  la que tengo y no quiero.
Ojalá no hubiera existido ese verano, ni ese día, ni esa tarde, ni esa playa. 
Ojalá se hubiera pausado todo en aquella madrugada.

Ojalá no nos hubiéramos conocido nunca. 
Perdiendo todos aquellos  buenos momentos.
Los que no sabré compartir con ningún otro. Ni conmigo siquiera. 
Ni hubiera ni hubiese jamás haberte dicho mi nombre, 
ni yo saber  el tuyo completo, ni tus manías, ni tus sueños. 

Aunque  hubiera perdido el no conocer tu entorno.
Playarme por tu terreno, por tu vida. Tus conocidos. Tú. No, ojalá nunca. 
Aunque a cambio, hubiera perdido por no poder vivir esos buenos momentos.  
Nuestras anécdotas, nuestras risas.  Mis llantos, los tuyos, nuestras ganas. 
Ojalá nunca, porque olíamos a soledad 
y nos perfumábamos  de nuestra mutua presencia.

Ojalá vida, no te hubiera conocido nunca.
Y no estar hoy aquí echándote en falta.
Y no estar hoy aquí evitando verte.  Por miedo a perderme, por miedo a todo.
Por miedo a volver a vivir esos buenos momentos.
Las largas noches de whatsapp, mis ideas, tu apoyo y acostumbrarme a eso.
A necesitar esos buenos momentos.


Ojalá decía, no te hubiera conocido nunca. 
Así no tendría ya ahora que volver  a conocerme.




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