Se empiezan a destilar palabras más sinceras,
toscas
y sensibles a la vez...
tan llenas de verdad,
tan llenas de deseos embrutecidos
casi como el mar.
Luego sientes que te vas liberando
a través de un beso,
de una mirada que llora por tí
y te hunden en su piel.
Terminas sonriendo
porque de todas formas ya decidiste ser
aquello que guardabas,
prestas tus últimos minutos al sueño...
y te vas.
Imagen tomada de la web. |
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