domingo, 25 de septiembre de 2016

A modo de expresión inocente...

En la madrugada la lluvia caía de los ojos 
y los charcos se convertían en pies, 
y se vino la mañana, 
una más con sus uñas en las tripas 
tratando de desvanecer el ruido. 
Debajo de la cama un sueño morado, 
áspero, 
que se parecía a las nubes sin sol. 
Se lo tragó 
y salió de la cama. 
Y anduvo la mañana hasta que se hizo noche 
y se devolvió en memorias gigantes que apretaban, 
y susurrando, 
y suspirando, 
desapareció. 

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