domingo, 29 de enero de 2017

Cada día.

Hoy no quiero más que tus manos acariciando mi espalda
y diciéndome al oído que te gusta estar a mi lado...
dibujándome sonrisas,
poniendo tu vida debajo de la mía cuando yo caiga.

Pues, si
eso hace crecer mis alas
y sentirme un tanto libre en medio de las ruinas
como aquella espiga que siente a la brisa haciéndole el amor
y crece
y sueña
y vive.

Hoy quiero deshacerme en tu verano
y no pensar en la tristeza que me causa el no verte
cada vez que te despides,
de a poco como recogiendo una agotada realidad que no termina.

Pues, no
no consigo volver a casa sin agotarme,
dejando ir esa luz que brilla en tus ojos cuando me miras,
haciéndome un poco importante,
haciéndome un poco alguien.

Hoy no quiero más que tu calma atando mis miedos,
tus dedos haciendo historia a tu antojo
como si el tiempo fuera más corto de lo normal
y no alcanzaran los versos que escribo en tu piel dormida.

Pues, ya
ya no hay tanta soledad intencionada en mis pasos
que dejaban huellas en desiertos perdidos,
ya no hay tanta suciedad en mi ombligo
porque hoy me unes a tu existencia ardiente
y no me he perdido.



1 comentario:

  1. Siempre hay esa parte que te mata lentamente pero te hace morir feliz:
    "Hoy no quiero más que tu calma atando mis miedos,
    tus dedos haciendo historia a tu antojo
    como si el tiempo fuera más corto de lo normal
    y no alcanzaran los versos que escribo en tu piel dormida."

    ResponderEliminar